Cuando unos padres deciden solicitar ayuda a un/a psicólogo infantil, lo hacen desde la preocupación y la esperanza, es por esto que el profesional debe acogerlos e ir más de la terapia propiamente dicha, debe tratarles a través de sus habilidades “más humanas”, ya que como dice el gran Carl Gustav Jung “conozca todas las teorías, domine todas las técnicas, pero al tocar un alma humana, sea apenas otra alma humana”. Es por esto que si estás ante un buen psicólogo infantil vas a encontrar:
–Escucha activa y capacidad de comprensión:
El/la psicólogo infantil debe potenciar tanto en el niñx como en sus padres cuando venga a terapia la sensación de interés y respeto por parte del terapeuta, será muy importante que haga con ellos un ejercicio de escucha activa. Para ello, el terapeuta dejará los dejará explicarse y extenderse en esta explicación el tiempo que necesite, mostrando tanto con comunicación verbal como no verbal la atención y el interés en lo que están narrando.
Además de poner atención, el terapeuta reparará también en la comunicación no verbal, ya que nos puede proporcionar información muy relevante que quizás no sepan o puedan expresar verbalmente, principalmente de contenido emocional.
–Empatía:
La empatía implica en primer lugar entrar en el marco de referencia del cliente y comprender sus sentimientos, percepciones y acciones; es decir, ver las cosas no como son “objetivamente” o como las vería uno mismo de estar en el lugar del cliente, sino tal como el cliente las experimenta. En segundo lugar, es preciso comunicar al paciente la comprensión de los sentimientos y significados que expresa de modo manifiesto o latente. Ahora bien, lo importante es que el paciente llegue a sentirse comprendido. (López y García, 2011) En definitiva, el/la psicólogo infantil tratará de que tanto padres como niñx sientan que nos ponemos en su lugar y comprendemos cómo se sienten, algo que favorecerá la relación con el terapeuta y de esta manera se facilitará el proceso terapéutico.
-Aceptación incondicional:
Significa aceptar al paciente tal como es, sin juicios, y valorarlo como persona merecedora de dignidad y esto es precisamente lo que ofrecerá el terapeuta.
-Transmisión de apoyo, capacidad de ayuda y confianza:
Será importante que tanto el niñx como sus padres perciban por parte del terapeuta su capacidad de ayudarles y apoyarlos, lo que propiciará un clima de calma y seguridad que favorecerá el trabajo en las sesiones. El terapeuta de esta manera creará un ambiente en el que tanto niñx como padres se puedan expresar y podamos llegar a su mundo emocional.
Cristina Lambán, Psicóloga infanto-juvenil