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Críticas: ¿cómo te enfrentas a ellas?
críticas psicólogo Zaragoza

Hoy comparto con vosotros un bonito cuento para reflexionar, extraído del libro “Aplícate el cuento” de Soler y Conangla:

«Cerca de Tokio vivía un gran samurai, ya anciano, que ahora se dedicaba a enseñar el budismo zen a los jóvenes. A pesar de su edad, corría la leyenda de que aún era capaz de derrotar a cualquier adversario.

Cierta tarde, un guerrero, conocido por su total falta de escrúpulos, apareció por allí. Era famoso por utilizar la técnica de la provocación: esperaba que su adversario hiciera el primer movimiento y, dotado de una inteligencia privilegiada para captar los errores cometidos, contraatacaba con velocidad fulminante.

El joven e impaciente guerrero jamás había perdido una lucha. Conociendo la reputación del samurai, estaba allí para derrotarlo y aumentar así su fama.

Todos los estudiantes se manifestaron en contra de la idea, pero el viejo aceptó el desafío.

Fueron todos hasta la plaza de la ciudad, y el joven comenzó a insultar al viejo maestro. Arrojó algunas piedras en su dirección, le escupió a la cara, gritó todos los insultos conocidos, ofendiendo incluso a sus antepasados.. Durante horas hizo todo lo posible para provocarlo, pero el viejo permaneció impasible. Al final de la tarde, sintiéndose ya exhausto y humillado, el impetuoso guerrero se retiró.

Decepcionados por el hecho de que su maestro aceptara tantos insultos y provocaciones, los alumnos le preguntaron:

– ¿Cómo ha podido usted soportar tanta indignidad? ¿Por qué no usó su espada, aún sabiendo que podía perder la lucha, en vez de mostrarse cobarde ante todos nosotros?

– Si alguien se acerca a ti con un regalo, y tú no lo aceptas, ¿a quién pertenece el regalo? preguntó el samurai.

– A quien intentó entregarlo – respondió uno de los discípulos.

– Lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos – dijo el maestro. – Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los llevaba consigo.»

Todos hemos sido alguna vez objeto de las críticas por parte de otras personas. Nuestra reacción inicial, y más habitual, ante las críticas suele ser “sacar el escudo” y ponernos a la defensiva. E incluso podemos tomar la revancha, lanzándonos a la carga contra esa persona que nos ha criticado y defender con uñas y dientes nuestra integridad, porque no estamos dispuestos a que otro dañe nuestra imagen personal.

Solemos creer que las críticas siempre son malas, que la persona que las realiza es malvada y que quiere hacernos daño. En ocasiones es así, no lo voy a negar. Puede haber detrás envidia, rabia, o cualquier sentimiento negativo. Pero el daño que nos hagan estas críticas está en nuestra mano. No podemos controlar lo que los demás hagan o digan, pero sí podemos elegir y controlar cómo nos va a afectar.

Evidentemente “las formas” que elija el otro para hacer esas críticas pueden facilitarnos mucho las cosas. Si elige una manera brusca y poco respetuosa, nos va a costar el triple de esfuerzo encontrar la parte constructiva del mensaje y probablemente nos dejaremos llevar más por los sentimientos negativos que esto nos genere. En cambio, si la persona se dirige a nosotros de una manera respetuosa, con asertividad, todo será más fácil.

Como dice una amiga mía “Don Perfecto se murió hace tiempo” y todos tenemos defectillos que podemos ir puliendo poco a poco, lo que no quiere decir que tengamos que salir a pecho descubierto a que nos lancen cuchillos. Podemos escuchar las críticas, indagar sobre qué puede haber de cierto en ellas, desechando aquello que tenga un componente hiriente. Si hay algo constructivo en el mensaje, podemos empezar una etapa de trabajo personal para mejorar. Si no vemos nada “aprovechable” en las críticas, o creemos que están hechas desde la envidia, el despecho o la rabia (como también es el caso de los insultos), podemos tomar la actitud del samurái porque, como bien dice, las críticas que no se aceptan se las queda el que las hace. Y esto no significa que tomemos una actitud pasiva. Siempre habrá puntos de vista sobre cualquier aspecto y no siempre tenemos que estar de acuerdo, por lo que podemos responder a ellas desde el respeto. Próximamente os hablaré sobre estrategias para realizar críticas y responder a ellas de una forma adecuada y no hiriente, para ir mejorando poco a poco nuestra comunicación y nuestro bienestar.

Laura Gracia Crespo
Psicóloga en Espacio Mente y Salud – Zaragoza

Referencias bibliográficas:
Soler, J. y Conangla, M. M. «Aplícate el cuento. Relatos para una vida inteligente y equilibrada». Editorial Amat (2007)

La psicoterapia
la psicoterapia

En el post de la semana pasada, mi compañera Laura os hablaba de la zona de confort y del miedo al cambio y os daba unos breves consejos para salir de la zona de confort y superar esos miedos. Bueno, pues para seguir un poco en la misma dinámica de cambio quería hablaros de una herramienta poderosa que nos ayuda a superar esos miedos y seguir hacia delante: la psicoterapia. Sí, hoy voy a hacer un poco de publicidad de esta cosa que nos da de comer a unos cuantos psicólogos y psiquiatras del mundo. ¿Sabéis en qué consiste la psicoterapia? ¿O simplemente oís esta palabra, la asociáis con locura y se os multiplican los miedos?

“La psicoterapia es un proceso de comunicación entre un psicoterapeuta (es decir, una persona entrenada para evaluar y generar cambios) y una persona que acude a consultarlo («paciente» o «cliente») que se da con el propósito de una mejora en la calidad de vida en este último, a través de un cambio en su conducta, actitudes, pensamientos o afectos.” (Fuente: Wikipedia)

Nos vamos a quedar con Psicoterapeuta (psiquiatra o psicólogo), paciente o cliente (tú mismo) y propósito de una mejora en la calidad de vida del cliente. En esta combinación, ¿qué es lo que nos da miedo? Pasamos de estar mal, de estar tristes, deprimidos, enfadados… a querer dejar de estarlo y tomar acciones de cambio. En el momento de tomar las acciones, una de las opciones es la psicoterapia (hay otras muchas, está claro que no somos imprescindibles! El potencial del Ser Humando es inmenso!). En el momento en que levantas el teléfono para llamar al psicoterapeuta estás comenzando un sendero que no sólo te va a ayudar a salir de la situación incómoda en la que estás:

  • 1.- Esta persona te va a acompañar por ese sendero, mostrándote todo aquello que está en un tu interior, que has dejado de ver, y ayudarte a despertarlo

  • 2.- Vas a disfrutar de ese proceso de muy distintas formas: pasarás por la tristeza, la desesperación, la vergüenza, la culpa, la alegría, la lucha, la aceptación, la rabia… pero lo más probable es que acabes en el bienestar, la calma, el autoconocimiento, la autoprotección…

Os dejo un poema de Marwan que me descubrió una de mis pacientes y os animo a que si sentís la necesidad de llamar a un especialista no la reprimáis, os acompañaremos en el cambio.

Psicoterapia

Necesito psicoterapia porque he comenzado a mirar solamente hacia fuera.

Necesito psicoterapia porque caer ocho veces en el mismo pequeño abismo
nunca puede ser casualidad sino causalidad.

Necesito psicoterapia porque el mundo es una prenda
que últimamente me sienta impresionantemente mal,
porque el mundo es una prenda y quién sabe
un diván tal vez sea el probador.

Necesito psicoterapia porque busco en el placer
llenar todos los vacíos que tengo en el alma
y quiero conocer esos vacíos para rellenarlos
con palabras de amor propio, con caricias a uno mismo.

Necesito psicoterapia porque mis ganas de comerme el mundo
se acabaron cuando sentí que el mundo se empeñaba en comerme a mí
y aquí no hay retórica, aquí hay alguien que tiene que aprender
que vivir no es ser almuerzo ni comensal
y no puedes esperar a que sea el mundo quien lo aprenda.

Necesito psicoterapia porque veo cosas
y no está bien ver en ti aquello
que tanto te desagrada ver en el resto,
porque a veces siento que nadie
forma parte de mí.

Necesito psicoterapia porque soy un hombre normal
que trabaja más de lo normal, para brillar más de lo normal,
como es normal en este sistema y me estoy dando cuenta
de que lo normal nada tiene que ver con lo natural.

Necesito psicoterapia porque al crecer me he vuelto odiosamente responsable
y crecer no debe consistir solo en viajar al país de las responsabilidades.
También consiste en vivir en paz con tus heridas,
en paz con las personas, en paz con tu pasado.

Necesito psicoterapia porque pensaba que ya había borrado todo
pero la vida te entrega los problemas por fascículos
y siempre tiene otro regalo dispuesto para abrir,
para hacerte crecer un poco más.

Necesito psicoterapia porque últimamente no he sabido abrir esos regalos.

Por todas estas razones sé que necesito psicoterapia
y ahora estoy en ello, buscando psicólogo.

(Fuente: http://marwanblog.blogspot.com.es/2013/12/psicoterapia.html)

Laura Blasco Barrena
Psicóloga en Espacio Mente y Salud-Zaragoza

El miedo al cambio

¿Alguna vez has invertido tiempo en pensar en las cosas que no te gustan de tu vida? ¿Te has dedicado a quejarte sobre ello para desahogarte? ¿Te has conformado con frases como “más vale malo conocido que bueno por conocer” para quedarte como estabas? Alguna vez, ¿verdad? A todos nos ha pasado. El miedo al cambio nos ata y no nos permite crecer.

Cuando algo no nos gusta tendemos a centrarnos en lo desdichados que somos por esa situación (el trabajo, la relación de pareja, la situación económica, la rutina,…). En ocasiones nos dedicamos a pensar en cómo nos gustaría que fueran las cosas o adónde nos gustaría llegar. Entonces, si algo no nos gusta, ¿por qué no lo cambiamos? Es sencillo: porque tenemos miedo, miedo al cambio.

El miedo al cambio nos paraliza, es como tener que dar un salto sin red, asumir demasiados riesgos, y a los seres humanos no nos gusta la incertidumbre. Cuando ponemos en la balanza, vemos que ese cambio supondría muchos beneficios, pero siempre encontramos más riesgos que pesan más y hacen que la balanza oscile hacia ese lado.

taller cambio Zaragoza

Los aliados del miedo al cambio: la zona de confort y el miedo al fracaso

La zona de confort es ese área imaginaria que dominamos, en la que nos sentimos tranquilos y cómodos porque todo está bajo control. No hay incertidumbre. Todo aquello que se sitúa fuera de nuestra zona de confort nos resulta inseguro. Es como si viviéramos en una pequeña isla en la que la vida es tranquila, pero que está limitada por un mar lleno de tiburones. ¿Y si quisiéramos cruzar a la isla vecina? Cualquier exploración fuera de esta zona nos parecerá peligrosa, cualquier situación que nos suponga un cambio nos dará miedo. Así que después de pensar en la aventura, decidimos que es más cómodo quedarnos como estamos, “tampoco está tan mal”.

Pero ¿y si un día nos planteamos que vivir en la otra isla puede estar bien? ¿Si nos lanzamos a construir una “balsa resistente a los tiburones” para llegar allí? Aparecerán las dudas, “¿y si me equivoco?”, “¿y si cuando llego las cosas no son como esperaba?”, “¿y si no hay vuelta atrás?”,”¿y si…?”, “¿y si…?”, “¿y si…?”.

El miedo al cambio está muy relacionado con el miedo al fracaso. Ante una situación arriesgada, fácilmente acudirán a nuestra mente situaciones pasadas que no salieron como esperábamos, que nos aportarán un lastre extra para ese salto hacia adelante, frenándonos cada vez más. Pero necesitamos un cambio de mentalidad: los errores del pasado no son fracasos, son experiencias de aprendizaje que nos hacen mejores. El que no se arriesga a salir de su zona de confort asumiendo que puede equivocarse, pero que de ello aprenderá, jamás superará su miedo al cambio.

psicólogo Zaragoza

10 consejos rápidos para salir de la zona de confort y superar el miedo al cambio

  1. 1.- Los límites los pones tú: están en tu mente, amplía tus horizontes.
  2. 2.- Las crisis son oportunidades para el cambio, ¡no las desaproveches!
  3. 3.- Haz lo mismo de forma diferente, rompe tus rutinas, sorpréndete a ti mismo.
  4. 4.- Confía en ti. Sólo tú sabes lo que quieres, lo que te gusta, a dónde te gustaría llegar y lo que es mejor para ti.
  5. 5.- Haz una lista de las cosas que no te gustan y querrías cambiar. Tradúcela en cosas que te gustaría conseguir.
  6. 6.- Fíjate objetivos a corto y medio plazo que sean concretos y alcanzables, poco a poco te irán acercando a tu objetivo final.
  7. 7.- Elimina de tu vocabulario y de tu mente las preguntas “¿y si…?” en sentido negativo. Adiós al ¿y si pierdo? ¿y si sale mal? ¡Cambia el chip! ¿Y si sale bien? ¿y si triunfas? ¿y si eso te hace más feliz?
  8. 8.- Conviértete en censurador de tus propias excusas. Son estrategias de tu mente para mantenerte atado a la zona de confort.
  9. 9.- De todo se aprende, de los éxitos y de los tropiezos. Tómate cada experiencia como un aprendizaje que te permita crecer más y más. Cuando sales de tu zona de confort, nunca pierdes, siempre ganas, es allí donde ocurren cosas mágicas.
  10. 10.- No te olvides de que tienes muchos recursos personales que te resultarán útiles para conseguir tus objetivos, ¡aprovéchalos!

 

Tu vida es tuya y tú decides cómo vivirla. ¿Te animas a cambiar?

Si tu respuesta es SÍ, ¡manos a la obra! Te invito a participar en el próximo taller «Cambia tu Mundo», en el que te daré las herramientas básicas para iniciar tu proceso de cambio.

 

Laura Gracia Crespo
Psicóloga en Espacio Mente y Salud – Zaragoza
Bienvenid@s al blog de Espacio Mente y Salud

¡Bienvenidos a nuestra nueva página web y nuestro nuevo blog!

Espacio Mente y Salud cumple ya 2 añitos y no lo podemos celebrar mejor que con un estreno! Llevamos ya un tiempo trabajando en nuestra nueva web a la que hoy damos el pistoletazo de salida, esperamos que os guste! Tiene un nuevo diseño, mucho más dinámico y más visual que el de nuestra web anterior. En ella podréis encontrar información sobre nuestro centro de Psicología en Zaragoza, sobre nosotras y sobre las actividades y talleres en los que podéis participar.

Y como no podía ser de otra manera, nos tiramos de cabeza al mundo de los blogs! A partir de los próximos días iremos publicando en él. Podrás leer sobre diferentes temas relacionados con la psicología y con el cuidado integral de la salud. Puedes además suscribirte a nuestras «newsletters» registrando tu correo en nuestra web, para recibir todas nuestras novedades sobre talleres, actividades, colaboraciones, ofertas y los últimos post del blog.

Asimismo, ya sabéis que si necesitáis un psicólogo en Zaragoza porque tenéis cualquier tipo de dificultad o queréis trabajar o mejorar cualquier aspecto, podéis contactar con nosotras para solicitar cita en nuestro email info@espaciomenteysalud.es o en el 876161650.

Un fuerte abrazo a tod@s!

 

El equipo de Espacio Mente y Salud

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